Cocinar con flores: sabores y aromas que florecen en tu cocina
Cocinar con flores: sabores y aromas que florecen en tu cocina
Cuando pensamos en ingredientes, solemos ir directo a lo clásico: verduras, carnes, cereales, condimentos. Pero hay un universo colorido y fragante que muchas veces ignoramos: las flores comestibles. Más allá de su belleza, pueden aportar sabores sutiles, texturas interesantes y un toque de originalidad a tus platos.
En este artículo te contamos cuáles son seguras para comer, cómo usarlas y algunos consejos para que florezcan en tu cocina sin complicaciones.
¿Por qué cocinar con flores?
Las flores comestibles no son una moda nueva: culturas de todo el mundo las han usado desde hace siglos. En la cocina asiática, por ejemplo, se usan pétalos de crisantemo en sopas; en la mediterránea, flores de calabaza en rellenos y frituras; y en América Latina, flores como el hibisco (rosella) en infusiones y dulces.
Sumarlas a tus platos no solo es una cuestión estética. También pueden aportar:
- Sabores únicos: desde notas dulces y melosas hasta picantes o herbales.
- Texturas distintas: crocantes, suaves o sedosas.
- Aromas naturales: que realzan el conjunto del plato.
Flores que podés usar (y cómo)
Acá te dejamos una lista de flores comestibles comunes, fáciles de conseguir o incluso de cultivar en casa:
1. Flor de calabaza
- Sabor: suave, levemente dulce.
- Usos: rellenas con queso, en tortillas, en sopas o fritas.
2. Capuchina (Taco de Reina)
- Sabor: picante, similar al rabanito.
- Usos: en ensaladas, salsas o para decorar platos salados.
3. Lavanda
- Sabor: floral, levemente mentolado.
- Usos: en repostería, infusiones, almíbares o mezclas de especias.
4. Pensamientos (Violas)
- Sabor: suave, algo herbáceo.
- Usos: como decoración comestible en tortas, ensaladas o cócteles.
5. Rosa
- Sabor: dulce, perfumado.
- Usos: en mermeladas, postres, agua de rosas o como pétalos cristalizados.
6. Hibisco (Rosella)
- Sabor: ácido, frutado.
- Usos: infusiones, jaleas, almíbares o chutneys.
7. Manzanilla
- Sabor: dulce, parecido a la miel.
- Usos: en infusiones, postres o para aromatizar cremas.
Consejos para cocinarlas bien (y seguro)
- No todas las flores son comestibles: algunas pueden ser tóxicas. Informate bien antes de probar algo nuevo.
- Compralas en lugares seguros: lo ideal es cultivarlas vos o conseguirlas en ferias orgánicas o viveros que vendan variedades comestibles. Evitá las de florería, que suelen estar tratadas con pesticidas.
- Lavalas con cuidado: usá agua fría y secá con papel absorbente o un repasador limpio.
- Usalas frescas o secas: algunas, como la lavanda o el hibisco, se usan más comúnmente secas.
- Probá antes de usar en cantidad: algunas flores tienen sabores intensos. Mejor empezar con poco.
Ideas para incorporar flores en tu cocina
- Ensaladas: agregá pétalos de capuchina, pensamientos o caléndula para dar color y sabor.
- Tortas y budines: usá pétalos de rosa o lavanda en la masa o como decoración.
- Cubos de hielo con flores: ideales para cócteles o aguas saborizadas.
- Vinagres y aceites aromatizados: con flores secas como lavanda o hibisco.
- Infusiones caseras: combiná manzanilla, hibisco y un toque de miel para una bebida relajante.
Un toque de jardín en tu mesa
Cocinar con flores es una forma de volver a conectarnos con la naturaleza desde la cocina. No se trata solo de decorar, sino de sumar capas de sabor, aroma y textura. Animate a explorar este mundo floral, empezando por una ensalada colorida o un budín con lavanda. Tu cocina puede florecer más de lo que pensás.
Tip final: si tenés balcón o jardín, podés cultivar tus propias flores comestibles. Solo necesitás sol, macetas y ganas de experimentar.