La magia del sofrito: la base aromática que transforma tus platos

27/10/20255 min
Técnicas
La magia del sofrito: la base aromática que transforma tus platos

¿Qué es un sofrito y por qué es tan importante?

El sofrito es una mezcla de ingredientes aromáticos cocinados lentamente en aceite o grasa, que sirve como base para una infinidad de platos. Aunque varía según la región, su propósito es siempre el mismo: aportar profundidad, sabor y carácter desde el primer paso de la cocción.

En la cocina argentina, el sofrito aparece en guisos, salsas, empanadas, estofados y hasta en algunas preparaciones de legumbres. Es esa primera capa de sabor que, si se hace bien, marca la diferencia entre un plato correcto y uno memorable.

Los ingredientes clásicos del sofrito

Un sofrito básico suele incluir:

  • Cebolla: la reina del sofrito. Aporta dulzor y cuerpo.
  • Ajo: potencia el sabor con su perfil intenso.
  • Morrón (pimiento): da color y un toque dulce.
  • Zanahoria (opcional): suma dulzor natural y textura.
  • Apio (opcional): agrega frescura y un fondo herbal.

En algunas cocinas también se usan tomates, hierbas, especias o incluso panceta. La clave está en el equilibrio y en cómo se cocinan los ingredientes.

Técnica: cómo hacer un buen sofrito

  1. Cortá todo parejo: cuanto más uniforme el corte, más parejo se cocina todo. El clásico es el corte en brunoise (cubitos chicos).

  2. Empezá con la cebolla: calentá una sartén o cacerola con un buen chorro de aceite (puede ser de girasol, oliva o incluso grasa de pella si buscás un sabor más profundo). Agregá la cebolla con una pizca de sal y cocinala a fuego medio-bajo.

  3. Sumá los ingredientes en orden: cuando la cebolla esté transparente, agregá el morrón, luego el ajo (para que no se queme) y lo demás. La idea es que se cocinen lentamente, sin dorarse demasiado.

  4. Paciencia y fuego bajo: la cocción lenta permite que los azúcares naturales se liberen y se caramelicen suavemente. Esto crea una base sabrosa y compleja.

  5. No apures el proceso: un buen sofrito puede llevar entre 15 y 30 minutos. Es tiempo bien invertido.

Sofritos del mundo: inspiración para variar

  • Sofrito español: cebolla, ajo, tomate y pimiento. Ideal para paellas y guisos.
  • Soffritto italiano: cebolla, zanahoria y apio en aceite de oliva. Base de salsas y ragús.
  • Mirepoix francés: similar al italiano, pero con manteca. Clásico en caldos y fondos.
  • Refogado brasileño: cebolla y ajo salteados. Se usa en casi todo.
  • Sofrito caribeño: incluye ajíes, cilantro y a veces achiote. Muy aromático y colorido.

Trucos para llevar tu sofrito al siguiente nivel

  • Usá cebolla morada o de verdeo para variar sabores.
  • Incorporá especias desde el principio: pimentón, comino o ají molido pueden tostar levemente en el aceite y liberar más aroma.
  • Probá hacerlo con manteca o grasa vacuna para un toque más tradicional.
  • Congelalo: hacé una tanda grande y guardala en porciones. Así tenés tu base lista para cualquier día.

¿Dónde usarlo?

Una vez que dominás el sofrito, lo podés aplicar en:

  • Guisos de lentejas, porotos o garbanzos
  • Arroz con pollo o risottos
  • Salsas para pastas
  • Rellenos de empanadas o tartas
  • Estofados de carne o pollo
  • Sopas y caldos

Un gesto simple, un gran impacto

El sofrito es una de esas técnicas humildes que no siempre se notan, pero que hacen que todo sepa mejor. Es el comienzo silencioso de muchas recetas, el paso que define el alma del plato. Aprender a hacerlo bien es como afinar un instrumento: no cambia la partitura, pero transforma la música.

Así que la próxima vez que te pongas a cocinar, empezá por ahí. Dedicá unos minutos a un buen sofrito y dejá que la cocina se llene de aroma. Vas a ver cómo todo cambia desde esa primera chispa de sabor.